

Desde el Sindicato de Oficio Varios de Albacete de la CNT-AIT informamos de la apertura de un conflicto sindical que la empresa de Servicios Funerarios La Nueva de Albacete SL ha abierto contra nuestra organización al despedir el pasado 24 de febrero a un compañero recurriendo a mentiras, engaños y manipulaciones para poder consumar lo que a todas luces supone un acto arbitrario que responde más a un capricho de clase, que a una medida supuestamente disciplinaria.
El compañero comenzó a trabajar como funerario en el mes de julio de 2022 y las irregularidades se evidenciaron desde el primer momento. Tras un proceso de selección realizado por la gerencia de la empresa basado en la Carta Astral, signos del zodiaco y demás fantasías, no tardaron en manifestarse nuevas irregularidades al incorporarse en la plantilla. El compañero fue contratado como indefinido a Tiempo Completo para las funciones de funerario, con una jornada de 40h/semanales de lunes a domingo.
Sin embargo, como es norma en la cultura patronal, el contrato es un mero tramite que guarda las apariencias, siendo muy habitual desarrollar funciones que no son propias del puesto, acompañando a aquellas para las que se aparece contratado. Tal fue el caso de nuestro compañero, que reflejándose en su contrato la categoría de funerario debía desempeñar funciones de administrativo, como la creación de inventarios y catálogos; digitalización de estos, mantenimiento y actualización; fotografía de productos; labores de comercial buscando representantes; montaje y elaboración de objetos promocionales; etc. La arbitrariedad en las funciones era tan amplia que llegó a reclamarse sus servicios como dibujante y escritor de libros de forma gratuita para garantizar «su brillo en el universo». Tal percepción de los empleados por parte de la patronal constituye un descaro absoluto al concebir como “hombres-orquesta”, preparados para llevarlo todo a la vez, pero eso si, con un solo sueldo.
Además, la jornada laboral requería guardias de 24 horas, encadenando varios días sin respetar el descanso obligatorio que incluye la desconexión digital, llegando a sufrir jornadas de disponibilidad de 60 horas semanales (mínimo) a 148 horas semanales (máximo), a lo que se añadían circunstancias de lo más descaradas, tales como un periodo de prueba de 1 mes reflejado en el contrato pero que en la práctica supuso más de 1 año, de lo que dependía lo que se llamaba «el salario profesional».
El trato por parte de la empresa, concretamente de la gerencia, contra el compañero comenzó a ser muy llamativo y diferente cuando comenzaron a circular fotos que le habían hecho en actos sindicales de nuestra organización, las cuales habían circulado por la empresa, acompañadas de comentarios surrealistas que hablaban del terror rojo y de una ficticia intención de subversión de los trabajadores. Pocos días después de comenzar a circular las fotos llegaban las primeras amenazas de despido contra el compañero. Un hecho cuanto menos contradictorio ya que la empresa era conocedora de que el compañero era miembro de la editorial de nuestro sindicato, la Editorial Anarcosindicalista Aurora Negra, hasta el punto de que varios empleados habían solicitado obras de la editorial.
La arbitrariedad contra el compañero creció hasta el punto de exigirle la realización de numerosos exámenes teóricos y prácticos tras más de 1 año y 6 meses contratado de los cuales la empresa deduciría si pasaba el periodo de prueba, si era apto para el puesto, y si era apto para percibir el sueldo «completo». Todo un sinfín de trabas, irregularidades, discriminaciones, y arbitrariedades que fueron pasadas por el trabajador y que siempre daban paso a una nueva excusa para poder despedirlo.
En el mes de diciembre de 2024 la carga de trabajo era bastante considerable, ya que a las funciones del puesto se debía añadir las ajenas. Fue a finales de año y comienzos de 2025 cuando la empresa se encontró con una situación que le permitió provocar y consumar el anhelado despido del compañero. Asegurando las deficiencias en la prestación del servicio, ignorando las reclamaciones previas de la plantilla para evitar problemas en el trabajo, omitiendo intencionadamente información para el desarrollo del trabajo, se utilizaron dos reclamaciones de dos familias contra la empresa como pretexto a un despido disciplinario. Cada una de las reclamaciones requirió una serie de alegaciones por parte del compañero, las cuales llevaban un tiempo considerable redactar, tiempo que debía sacar de sus horas libres o de descanso para poder entregarlas en el plazo y además con la información que evidenciaba no ser culpable de cuanto se le achacaba. Todo ello en vano, pues la medida disciplinaria estaba decidida antes incluso de que existiese la queja, como la empresa había venido anunciando desde hacía tiempo.
Innumerables quejas se habían producido en situaciones anteriores donde las segundas oportunidades y sus múltiples réplicas siempre habían sido puestas sobre la mesa, especialmente para aquellos empleados que maltrataban a sus compañeros de trabajo. Sin embargo nuestro compañero pasó directamente de tener que demostrar más que todos los demás y asumir funciones extra, de no poder ser apercibido, sancionado con empleo y sueldo, o simplemente leer sus alegaciones evidenciando no ser culpable a ser despedido, eso si, al finalizar la jornada laboral.
El malestar, los tratos vejatorios e insultos tales como “maricón” por parte de la gerencia y el acoso prolongado por más de 1 año generaron en el compañero consecuencias que se manifestaron en su salud, llegando a sufrir un coma diabético el día que la gerencia aseguró a otros funerarios que el despido del compañero estaba cerca.
La empresa quiso hacer oídos sordos a la petición, tanto del compañero como de otros empleados, de aplicar otras medidas como apercibimientos o suspensión temporal de empleo y sueldo.
No faltó tampoco el recurso más extendido de la patronal, que no es otro que reprochar a los propios empleados las malas condiciones en que se les obliga a estar. “Esto es lo que hay, si no te gusta vete… Si la empresa es tan mala, vete… Tengo cientos mejores que tu esperando en la puerta”. Sin lugar a dudas, no existe intención por mínima que sea de cumplir las mismas leyes que utilizan para maltratar. ¿Para que cumplir la legislación laboral pudiendo despedir a la gente, jugándose a las cartas del Tarot los despidos o contratos? En este argumento se obvia intencionadamente que el problema no son las quejas por la condiciones, el problema no es el asalariado que trabaja 6 o 19h, con disponibilidad infinita, en su puesto y en otros por un solo sueldo, el problema no es tener a un “revoltoso” en la plantilla. El problema es el poder que ejerce la amenaza del paro, el despido, volver a un mercado laboral inestable y extremadamente precario, de contratos temporales, de medias jornadas de 60 horas semanales, todo aquello que hace que los asalariados estén dispuestos a dejarse robar y dejarse abusar, aunque no sea justo. Sin embargo, esta sensación de superioridad, esta actitud altanera que mide los problemas de la gente en céntimos y euros, o en cartas, no es intachable. El poder que pretenden ejercer las empresas con las amenazas al despido y las malas condiciones se quiebran ante una fuerza organizada.
No cabe en los planes de la empresa la readmisión, ni el reconocimiento de la verdadera motivación del despido, y ni mucho menos contemplan la posibilidad de retractarse según manifestaron. Por lo que tampoco cabe la paz por la parte obrera anarcosindicalista.
Es por ello que para nosotros, anarquistas y anarcosindicalistas, no cabe dar paz social en nuestra vida a quienes se juegan a las cartas y al capricho arbitrario nuestra (in)estabilidad.
Declaramos abierto el conflicto contra SF La Nueva de Albacete SL llamando al Boicot contra ella hasta que el conflicto finalice satisfactoriamente para el compañero, y animamos a la clase trabajadora a que no solicite sus servicios.
SI TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS
READMISIÓN COMPAÑERO DESPEDIDO
ROMPAMOS SU PODER ALTANERO