[Crónica] Memoria de la ruta al Almenara por el Tejo Viejo y la Cuerda Larga.

El pasado 23 de Febrero a primera hora de la mañana comenzamos a reunirnos en el Cortijo de Tortas un buen grupo de compañeras y compañeros que habíamos acudido a la convocatoria del Grupo Anarquista de Montaña de Albacete para hacer la ascensión al Pico Almenara, por el Tejo viejo y la Cuerda Larga.

Con objeto de que pudiera llegar alguien a última hora, que no hubiera podido comunicar su confirmación a tiempo, se esperó durante un tiempo prudencial para no dejar a nadie atrás.

Tras esto, el grupo comenzó a caminar por el camino que quedaba a un lado del Barranco del Ciervo hasta el paraje conocido como Prado Redondo a 1.437 m de altitud, el tramo más suave de la ruta, desde donde se seguiría por una senda, ya con más pendiente, que conduce hasta la Fuente del Pino de los Muchachos a unos 1.632 m de altitud. Este tramo de el ascenso, hasta alcanzar la solana, fue bastante frío, estando presente el hielo en gran parte de la umbría del valle.

El ascenso por la senda estaba marcado por señalizaciones de PR con marcas blancas y amarillas durante todo el trayecto. Durante la subida, un compañero paró en varias ocasiones para identificar y dar algunos datos de las especies más singulares que se podían encontrar entre la vegetación de umbría. 

Una de las características más importantes de las actividades organizadas por el Grupo Anarquista de Montaña de Albacete, es la importancia que se intenta dar a todos los aspectos históricos, geográficos, geológicos y ecológicos de la ruta, con el objeto de dar a conocer el entorno desde una perspectiva lo más amplia posible.

Líquenes, seres vivos que son fruto de la asociación simbiótica de un hongo y un alga, presentes en prácticamente todos los ecosistemas terrestres, en este caso, las especies que se dan en las ramas y troncos de árboles en las zonas umbrías de la sierra son indicativos de una buena calidad del aire, y cumplen una función ecológica muy importante, atrapar las precipitaciones horizontales, las nieblas, condensan la humedad de estas y forman gotas que riegan el suelo bajo ellos. Son organismos muy resistentes a los cambios de humedad, pudiendo permanecer en estado de latencia durante los largos períodos secos, en una aparente muerte, rehidratándose al volver la humedad ambiental y recuperando su vitalidad. Organismos pioneros, son los primeros en establecerse sobre las rocas y suelos desnudos y muertos, como por ejemplo tras las erupciones volcánicas. Han tenido muy diversos usos etnobotánicos, desde tintes, antivirales, antioxidantes, antitumorales, alimenticios…

En varias de esas paradas, como suele ser habitual, durante la subida por el fondo del Barranco del Ciervo, uno de los compañeros, mostró algunas de las especies que se podían encontrar en ese punto: el acebo (Ilex acuifolium), el laurelillo (Daphne Laureola), hierba de ballesteros (Helleborus foetidus), etc. Además, en toda esa zona de umbría, en los árboles se podía disfrutar la presencia de una variada y tupida comunidad de líquenes. Las especies arbóreas dominantes en esta ruta son dos, Pinus pinaster (pino resinero) en las zonas más bajas y de solana, y Pinus nigra (pino laricio o blanco) en las zonas más altas y en las umbrías .Ambos se mezclan en las zonas de transición, pero dominan cada uno en su piso climático. Se encuentran también buenos bosquetes de especies de hoja caduca, muy valiosos, como arces, guillomos, olmos de montaña y otros, ahora desnudos pero pronto desplegando su bello follaje.

Laurelillo, Daphne laureola. Su nombre comune hace referencia a la similitud de sus hojas con las de el Laurel, y en este caso su nombre científico también, ya que Daphne significa Laurel, y laureola coronilla de Laurel. Se encuentra igual que las anteriores en zonas húmedas y frescas de alta montaña, con suelo calcáreo, en reducidas localizaciones en el sureste peninsular. Su floración también es invernal, y sus pequeñas flores en ramillete de un color verde claro poco vistoso. Es venenosa toda ella para humanos, si bien sus llamativos frutos rojos son comestibles para las aves.
Se ha usado con aplicaciones medicinales, como por ejemplo purgante, usos que por su peligro se desaconsejan. También se ha usado el tallo para tintar de amarillo lanas y telas.

Hierba de Ballesteros, Helleborus foetidus, también llamada vulgarmente María del monte, por la similitud de sus hojas con las de la marihuana. Su nombre científico hace referencia al olor desagradable de su flor, que es de las primeras en aparecer, a finales del invierno. Su nombre común hace referencia a su uso por parte de ballesteros y arqueros para envenenar las puntas de sus flechas con su jugo, para que fueran más dañinas incluso en el caso de no causar heridas mortales. Planta ligeramente venenosa, toda ella. Se encuentra en enclaves húmedos y fríos de montaña, siendo muy poco común en el sureste.
Sus flores son poco llamativas, de color verde claro, pero un gran recurso al ser de las pocas especies en florecer invernalmente, muy frecuentadas por abejas, abejorros y moscas.

Acebo, Ilex acuifolium. Su nombre científico hace referencia a sus pinchudas hojas, ilex es aguja y acuifolium hoja de aguja, redundancia que remarca la gran agudeza de sus hojas. Se encuentra, al igual que el Tejo en las zonas más umbrías de las sierras del sureste, siendo muy escaso. La belleza de sus hojas cereas y brillantes, así como sus frutos rojos (que producen los pies hembra), que se dan en invierno, le ha hecho desgraciadamente objeto de recolección para adornos navideños, lo que sumado a su escasez y lento crecimiento han contribuido a su rarefacción. Sus frutos, venenosos para los humanos, suponen un recurso inestimable para muchas aves, siendo uno de los pocos frutos silvestres invernales. Muy arraigado también en la mitología indoeuropea. Se ha usado desde antiguo por sus propiedades medicinales, como diurético y fuerte purgante (hojas y frutos). Su madera es de gran calidad, muy dura y resistente, lo que le ha llevado al borde de la extinción en no pocos enclaves.

Conforme se iba subiendo el grupo llegó a la Fuente del Pino de los Muchachos y a la base del Pico Almenara en el Collado, a 1.640 m de altitud. Con unos pocos minutos de descanso, el grupo empezó a ascender el tramo más exigente de la ruta, de gran pendiente, por la cuerda del Pico Almenara hasta el Mirador de Manolo a una altitud de 1.705 m., y continuando el ascenso hasta la cima del Almenara a unos 1.797 m.

Desde allí las vistas son impresionantes, primero desde el balcón y después desde la cumbre. Culminando la punta más alta se encuentra el Vértice Geodésico. Hacia el sur, este y noreste del horizonte se divisa la mayoría de sierras y picos de la provincia y aledañas, los Calares del Mundo y de la Sima, la Sierra de las Cabras, el Ardal, el Padrón, Cambrón… e incluso la Sagra. Del y al otro al norte, noroeste y oeste las estribaciones de esta sierra y la planicie, Alcaraz, Peñascosa y en la lejanía, se extendía la vista hasta Albacete.
En lo alto de la Almenara, un compañero del Grupo Anarquista de Montaña de Albacete habló un poco del grupo, informó de la constitución de este y de las diferentes actividades que se han realizado, y las siguientes actividades que se han acordado realizar y que se confirmarán, una vez publicada la crónica y fotografías de esta ruta.

Esa fue una de las paradas más esperadas, donde se almorzó contemplando las vistas y tomando fuerza para retomar el camino de vuelta por la Cuerda Larga y el Tejo Viejo. Después del descanso merecido y necesario, el grupo retomó el camino y bajó la montaña, poniendo rumbo a la primera de las cimas de la Cuerda Larga a 1.723 m de altitud.

Narciso, Narcissus hedraeanthus, endemismo de las sierras calcáreas del sureste, presente en las zonas peladas de las cimas, floración también temprana, a finales del invierno o principios de primavera.
Su nombre está ligado a la mitología, el mito de Narciso, fatalmente fascinado por su belleza.
En años propicios, en inviernos con nieve abundante, los canchales de las cimas peladas se ven tapizados por sus bellas flores. Joya botánica de muy restringida distribución.

Desde la Fuente del Pino de los Muchachos y la base del Pico Almenara y durante el trayecto de la Cuerda Larga, la vegetación ya no era la misma, la altura, la falta de suelo y la roca madre impedía el crecimiento de la vegetación, reduciéndose al máximo la existente. A pesa de ellos se encontraban algunas especies de flores por toda la Cuerda, como el Narciso (narcissus Hedraeanthus) que crece en las zonas peladas de las cimas, y algunos ejemplares impresionantes de Pino Laricio, retorcidos por las inclemencias de esta cuerda.

Tejo, Taxus baccata, árbol relíctico (testigo aislado de un clima más húmedo y frío), joya natural presente en pocos enclaves de las sierras del sur peninsular, en exposiciones norte y con abundante agua. Los sexos se dan en pies distintos, hay machos y hembras, en este caso se trata de un macho y estaba en plena floración y producción de polen, que se dispersa por el viento hasta encontrar flores femeninas y polinizarlas (polinización anemófila). Alcanzan longevidades muy notables, el de la fotografía ha superado el milenio. Todo el árbol es venenoso, posee potentes alcaloides, solo una parte de las hembras carece de veneno, la pulpa gelatinosa y roja que envuelve la semilla (arilo).
Se ha usado históricamente por las propiedades de su madera para elaborar arcos, dada su resistencia y flexibilidad. Se dice popularmente que si te limpias los dientes con un palillo de Tejo no tendrás problemas dentales. Igualmente, en dichos populares, no se aconseja dormir a la sombra de un Tejo, pudiendo tener su explicación en las sustancias que liberan sus hojas o en la sombra demasiado profunda y fría que provee.
Árbol muy entroncado con las mitologías indoeuropeas.
Sus alcaloides tienen usos medicinales, siempre bajo prescripción y control médico.

Las impresionantes vistas a ambos lados de la cuerda nos llevaron hasta la entrada de nuevo en el bosque, bajando hasta la salida del Barranco del Ciervo. Aquí la vegetación es más frondosa, como lo era al principio. La senda del PR nos lleva directamente, bajando unos pocos metros, hasta la base del Tejo Viejo, a unos 1.619 m de altitud. Allí se hizo una breve parada explicando algunas de las particularidades de este tipo de árboles, y disfrutando de su majestuosidad.

Rápidamente se retomó la ruta subiendo levemente hasta un pequeño paraje conocido como la Cocota, y de él hacia la Fuente del Barranco del Ciervo, la Cruz, y de ahí a la entrada y de nuevo hasta el Cortijo del Quinquillero y un poco más allá hasta el Cortijo de Tortas, bajando hasta los 1.255 m. de altitud.

El Grupo quedó muy satisfecho de la ruta. Las impresionantes vistas desde el Almenara hicieron, sin duda, las delicias de las que nos reunimos para esta ruta. Una vez llegados al Punto de Encuentro se dio por terminada la jornada y nos despedimos hasta la próxima.