 

Tras conocerse el desastre en el sistema de prevención del cáncer de mama en Andalucía y sus terribles consecuencias, queremos apuntar al origen estructural del problema, que no es otro que el desmantelamiento político del sistema sanitario público para acrecentar el negocio privado.
[Comunicado de la Sección de Ramo de Salud Pública de la CNT-AIT de Albacete]
El Estado a través de sus gestores políticos de uno u otro color conducen al sistema sanitario al desmantelamiento desde hace más de dos décadas. Primero crearon las leyes y normas necesarias para poder concertar o externalizar la gestión total o parcial de servicios con los negocios privados de salud u otras empresas complementarias, y durante todo este tiempo esos negocios de salud aumentaron su capacidad económica e infraestructura a costa del dinero común.
Hoy, gracias a ese proceso parasitario, los negocios de salud privados pueden ofertar sus servicios a las personas de forma masiva, fundamentalmente, a través de aseguradoras con un crecimiento enorme en los últimos años… la cuestión es ¿Cómo han conseguido que la gente se haga un seguro privado de salud, si se tenia uno de los mejores sistemas sanitarios universales del mundo? Pues desmantelando dicho sistema, la segunda fase de la privatización, cuando la gente se ve empujada a unas listas de espera perpetuas, cuando la carga de trabajo sanitario es inasumible, cuando hay descoordinación general, ineficiencia o errores… la gente que puede permitírselo, empujada por la constante publicidad, suscribe un seguro privado, generalmente “low cost” que apenas cubre las visitas primarias.
Esta segunda fase de privatización es definitiva, ya que aleja a las y los usuarios de la órbita sanitaria pública, normalizando el negocio de salud como una alternativa paralela viable frente a la ineficiencia del sistema público, enlazando culturalmente este hecho con el concepto dominante de pago por servicio, pasando a considerarnos nosotrxs mismxs clientes y no pacientes. El gran problema de “ser clientes” es que, en el capitalismo, no todas podemos acceder a todos los productos que ofrece, el precio es un elemento que restringe la libertad a la posibilidad de compra…
El negocio de salud privado ha estado medrando a la sombra del Sistema Nacional de Salud parasitando sus recursos favorecidos por el Estado hasta ser lo suficientemente capaces de competir con el sistema común. En gran medida la parte preventiva del derecho a la salud, normalmente en un segundo plano dentro del sistema público, ha sido copado por los negocios de salud durante los últimos quince años, y en muchas comunidades autónomas el sistema de Prevención Precoz del Cáncer de Mama fue concertado con los negocios privados de salud. La patronal ASPE (Alianza de la Sanidad Privada Española) señalaba en 2023 que; «va a ser realmente de difícil consecución en las condiciones actuales de la sanidad pública», remitiéndose al Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer que establece que el 90% de la población que cumpla los requisitos para someterse a una prueba de cribado de cáncer de mama, cuello de útero o colorrectal tenga acceso a dicho programa de aquí a 2025, y recordaba que el “sector hospitalario privado tiene el 42% de los mamógrafos que hay en España, con el 52% de las resonancias magnéticas y el 32% de los TAC.” Y como ya hicieran con las listas de espera, la patronal lanzó una oferta: “colaborar con el Sistema Nacional de Salud para poder alcanzar la cifra de pruebas de cribado de cáncer de mama, cuello de útero y colorrectal que indica la Unión Europea”.
Decir que, a pesar del uso del negocio privado para reducir las listas de espera, no solo no se ha reducido, han aumentado, porque simplemente no se quieren reducir… y en relación a la parte preventiva, hoy nos encontramos con este desastre en el cribado de cáncer de mama, que, en principio, afecta a Andalucía, pero teniendo en cuenta la separación entre sistemas de información clínicos y la variabilidad en las condiciones de la transmisión de datos a la pública, que hacen que en muchos casos no se adjunten o se adjunten tarde las pruebas realizadas a los historiales clínicos de las pacientes, es muy posible que pueda haber en más lugares problemas y retrasos. Además de que con estos sistemas de colaboración público-privada se han facilitado cientos de miles de potenciales perfiles de clientes y sus datos a las privadas a través de la pública.
En Castilla La Mancha se han consignado 23 millones de euros del 2024 a 2028 a clínicas privadas para realizar esta labor preventiva según el portal de contratación pública, destinando 5,89 millones de euros al Área de Salud de Albacete adjudicado a Ibérica de Diagnóstico y Cirugía Quirón Hospitales y Sanidad, S.L.U. 7,41 millones de euros al Área de Salud de Ciudad Real a Ibérica de Diagnóstico y Cirugía Quirón Hospitales y Sanidad, S.L.U. 2,31 millones de euros para el Área de Salud de Cuenca adjudicado a Centro de Diagnóstico Cuenca, S.L.U. 3,99 millones para el Área de Salud de Guadalajara adjudicado a Ibérica de Diagnóstico y Cirugía Quirón Hospitales y Sanidad, S.L.U. y 1,36 millones de euros para el Área Sanitaria Talavera de la Reina adjudicada Centro Médico Diagnóstico Talavera, S.A.
A través del sistema itinerante, acudir al remolque de las pruebas mamográficas gestionando llamamientos, citas y revisiones por una entidad privada, se ha normalizado, incluso en poblaciones con hospital donde se tienen mamógrafos, como en Villarrobledo, Hellín o Almansa, donde el servicio itinerante no es necesario. El SESCAM se ha desentendido de la parte preventiva en este caso, cediendo funciones que perfectamente podría realizar. Si a esta parte, le sumamos las cesiones en lo asistencial, y el deterioro de los servicios, como la atención primaria, la falta de especialistas y el colapso de las urgencias en hospitales, los negocios sanitarios privados tienen un amplio espacio donde contraofertar servicios, gracias al desmantelamiento cómplice del Estado.
Y es que no tenemos una Sanidad Pública, ya que las y los trabajadores del sector no pueden organizarse y participar en las decisiones de gestión, tampoco pueden pronunciarse las y los usuarios, se decide ejecutivamente desde el interés político, por lo que tenemos una Sanidad de Estado, y el Estado determinó hace 25 años que el interés general es privatizar el sistema, y cada vez están más cerca.
Contra el desmantelamiento y privatización del sistema sanitario común.
