Un «sindicato» (?) que funciona como una empresa: Comisiones Obreras ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo en FOREM Castilla-La Mancha, su fundación privada dedicada a la formación laboral. Es uno de los organismos sindicales que se financian con los golosos fondos públicos destinados a los cursos. Para el 70% de la plantilla el ERE es de suspensión de contrato durante seis meses. Para el 30% restante se le aplicará una reducción de jornada.
Los cursos de formación representan para las burocracias sindicales un apoyo para mantener a parte de sus liberados. A propósito de su financiación, los sindicatos «oficiales» (desde CCOO y UGT que se llevan la mayor parte; a CSIF, USO, CGT, ELA, LAB, CIG… que también chupan de la teta estatal) este año se embolsarán casi 30 millones de las arcas públicas en concepto de «representatividad». No es la única percepción pública que reciben: Hay que sumar distintas subvenciones a nivel autonómico y local, o las de participación institucional en mesas de negociación (ésta última suma 1,2 millones de euros). Aparte, las tajadas que sacan como firmantes de expedientes de regulación de empleo, o en su oferta de planes de pensiones.
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