Esta pasada mañana, un grupo de militantes anarcosindicalistas nos hemos concentrado frente al SMAC, con el fin de acompañar a nuestro compañero en el acto de conciliación, para iniciar lo que creemos que va a ser un pulso contra la cafetería La Boheme, a la que le reclamamos unas cantidades en concepto de impagos y diferencias salariales.
Al acto de conciliación ha acudido la parte obrera y la parte empresarial. Esta última ni ha dado la cara, simplemente ha enviado a la asesoría con una autorización para que la representara.
El acto de conciliación se ha producido sin avenencia, por lo que la empresa no ha querido llegar a un acuerdo y pagar las cantidades adeudadas; pese a haber querido alcanzar un acuerdo en un primer momento ofreciendo una cantidad insignificante -en comparación con las cantidades adeudadas-, y habiéndonos reconocido la asesoría que estaban claros algunos conceptos adeudados como diferencias entre las transferencias y las nóminas, bolsa de vacaciones, plus de nocturnidad, etc., y que las ganaríamos en el juicio.
Está claro que la empresa no actúa teniendo en cuenta las consecuencias de una campaña de boicot obrero contra su establecimiento, por negarse a alcanzar un acuerdo satisfactorio para el trabajador. Si no por su negativa a cualquier tipo de acuerdo, enfurecida por las acciones realizadas en el marco de la campaña de acción directa contra la empresa.
La cafetería La Boheme parece que quiere caminar por caminos que ya otros establecimientos explotadores en la hostelería han recorrido ya. Los resultados son siempre los mismos: una victoria para la clase trabajadora.
Podemos poner algunos casos donde el sindicato, debido a la actitud de la empresa, se ha visto obligado a extender una campaña de boicot hasta obligar a cerrar el negocio por falta de clientes. Así lo hicimos con el restaurante El Manjar y casi lo hacemos contra la Cervecería Atocha. Empresas que por su actitud y su afinidad política a la extrema derecha han tenido que agachar la cabeza, ceder, y finalmente pagar, lo que nunca quisieron hacer. Después de estos días, concluimos que La Boheme sigue el mismo camino.
Al terminar el acto de conciliación al que no ha acudido la empresa directamente, los compañeros y compañeras acordaron acudir a la cafetería para seguir con la campaña de boicot a los explotadores, y recordarles que nos somos nosotros, las trabajadoras y trabajadores los que generamos los problemas, que son ellos los que incumplen con sus convenios, con sus leyes, y que al final tenemos que pagar la clase trabajadora.
Durante el piquete en La Boheme, no hemos tardado en tener que defender al compañero de los insultos de algunos trabajadores que, poniéndose en el lado de la empresa, se han dedicado a insultar a nuestro compañero. La respuesta del sindicato siempre será la misma: la solidaridad.
La empresa ya puede hacerse a la idea de lo que le espera hasta que no acepte lo que es de justicia y pague a nuestro compañero lo que le debe.
¡CONTRA LA EXPLOTACIÓN LABORAL: ORGANÍZATE Y LUCHA!
¡SOLIDARIDAD, APOYO MUTUO Y ACCIÓN DIRECTA!
¡CAFETERÍA LA BOHEME PAGA LO QUE DEBES!