Los capitalistas afirman que solo ellos crean la riqueza con sus proyectos empresariales, pero sus imperios solo han sido posibles gracias al trabajo de miles y millones de personas, de trabajadores y trabajadoras, que son quienes en realidad generan toda la riqueza y el capital del planeta con su esfuerzo tanto físico como intelectual. Los objetivos que el modelo económico capitalista pretende alcanzar no son posibles, si no es explotando a millones de personas en su régimen productivo. El trabajo asalariado permite a ciertos individuos enriquecerse indefinidamente haciendo trabajar a los demás, y sus fortunas solo se entienden por el hecho de que los salarios que se pagan no representan el justo precio del trabajo realizado, y cuanto menos pagan, más se enriquecen.
El capitalismo domina el planeta, y es por esa razón que la clase obrera de todo el mundo comparte la misma suerte, la misma explotación y los mismos abusos. Actualmente, las horas extras sin pagar, las vacaciones sin disfrutar, las pagas extras sin cobrar, las nóminas que nos dejan a deber… es una realidad que sufre la clase obrera a nivel internacional y es por esa razón que en diciembre de 2019, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) en su Congreso en Melbourne, Australia, decidió promover una Semana Internacional contra los Salarios Impagados. Sus Secciones acordaron llevar a cabo actividades durante la tercera semana de octubre para llamar la atención sobre el fenómeno generalizado de los salarios impagados y las herramientas que tenemos para combatirlo. Y es que, si los trabajadores y las trabajadoras vamos a trabajar es para que se nos pague no para enriquecer voluntariamente a los empresarios.
Desafortunadamente, vivimos en una sociedad donde tenemos que trabajar para ganar un sueldo para sobrevivir Necesitamos dinero para comida, vivienda, educación, salud. etc. Muy a menudo, los salarios que ganamos son insuficientes par cubrir nuestras necesidades esenciales. Por lo tanto, cuando no se nos paga por nuestro trabajo, las consecuencias puede ser dramáticas para nosotros y las personas dependen de nosotros. Y para denunciar y visibilizar esta realidad, durante la semana de lucha contra el impago de salarios, re se realizaron acciones de todo tipo en todos los países donde existen secciones de la AIT, pasacalles, concentraciones en la puerta de las empresas que no pagan a sus trabajadores, mesas redondas, piquetes informativos…
Con estas acciones de forma coordinada entre la diferentes secciones que forman la AIT se ha demostrado que la Internacional Sindicalista Revolucionaria es una organización dinámica, organizada y preparada para dar respuesta a las necesidades de la clase obrera.
Es muy habitual que la gente solo confíe en los tribunales para resolver los conflictos laborales. Las leyes difieren de un país a otro y, aunque es importante conocerlas, no podemos confiar en ellas. A menudo, no son suficientes para protegernos. Los empresarios prefieren que los conflictos se solucionen negociando con representantes profesionales de los trabajadores porque saben que a los representantes se les puede comprar, pero es imposible comprar a un grupo de trabajadoras y trabajadores que deciden en sus propias reuniones como luchar contra el patrón.
Si queremos defender nuestros intereses debemos socializar la lucha para que toda la comunidad sepa que problemas sufrimos y así podamos desarrollar un sentimiento de solidaridad al darnos cuenta de que nuestros problemas son los mismos problemas de nuestros vecinos.
Los empresarios tienen que ver que cuando dejan de pagar a un trabajador o a una trabajadora no se enfrentan a un individuo aislado, sino que se enfrentan a una comunidad dispuesta a usar sus propias armas. Las secciones de la AIT son herramientas de lucha en manos de la clase trabajadora. la semana internacional de lucha contra el impago de salarios del pasado mes de octubre, ha sido una buena muestra de ello.
Secretariado Permanente del Comité Regional.