De la mano del Núcleo Confederal de la CNT-AIT de Hellín y del Ateneo Anarquista de Albacete, este fin de semana se han desarrollado dos actividades de difusión histórica del movimiento anarquista, ambas en forma de proyección audiovisual y posterior debate, que han permitido a las participantes entender como el Comunismo Libertario puede responder a los graves problemas que el capitalismo presente sigue generando.
El pasado viernes pudimos visualizar colectivamente el documental “Vivir la Utopía” en el Centro Social La Luciernaga de Hellín, actividad organizada por el Nucleo local de la CNT-AIT de Hellín. El documental relata la historia del movimiento Anarquista en el estado español desde sus orígenes en el siglo XIX, hasta el final de la Guerra Civil, destacando por el camino, el comienzo de la revolución libertaria, que permitió crear las condiciones para que una nueva sociedad, libre, justa e igualitaria floreciera, a través de las masivas colectivizaciones, de tierras, fábricas y servicios, que tuvieron lugar del año 36 al 38, contado por sus propios protagonistas aún vivos. El desprecio por el poder, el dinero y el autoritarismo se tradujeron en la práctica en herramientas organizativas como la Asamblea, la Solidaridad y la Autogestión, que fueron capaces de aumentar la producción, repartir equitativamente la riqueza generada y dar servicios sociales, en plena Guerra Civil.
En el debate se apuntó que muchos pueblos de la comarca de Hellín fueron colectivizaciones, sobre todo agrarias, pero también mineras e industriales y como las diferentes colectividades intercambiaban productos para abastecer las necesidades de los distintos pueblos, existía una coordinación autogestionada y bien organizada entre territorios como prueban algunos documentos que han sobrevivido. La discusión se mueve hacia la posibilidad de implantar un sistema colectivizado desde abajo en sociedades complejas como las actuales, destacando algún interlocutor el papel necesario del Estado en estos casos, teniendo esta tesis una réplica que alude al papel del estado republicano en la época, desintegrado en gran parte del territorio, no fue necesario para organizar la vida, ni la defensa, es más, se consiguieron mejores condiciones generales de vida, que durante la época de “paz” de la República en muchos campos, igualmente podría suceder ahora, descomplejizamos lo que el capitalismo a complejizado. También se apunta a lo extraordinario de este momento histórico, la puesta en marcha del Comunismo Libertario en un territorio tan amplio e implicando tanto al campo como a las ciudades, lo agrario, lo industrial, lo social y lo cultural, es una ejemplo material de que la utopía es posible… y cada vez más necesaria.
El sábado por la tarde en Albacete, su Ateneo Anarquista puso en marcha una jornada de difusión cultural que constaba de dos partes, en la primera pudimos conocer el documental “Néstor Makhno, un campesino de Ucrania” un gran documento audiovisual que recorre el proceso revolucionario ucraniano de principios del siglo XX, con los escritos de Néstor Makhno como guía. La servidumbre y la pobreza, las colectivizaciones agrarias y comunas, la defensa de la tierra, la guerra civil rusa, la traición bolquevique, es narrada por un Anarquista al que el poder soviético difamo, ocultando a la vez todo un movimiento anarquista que fue capaz de organizarse, colectivizar y autogestionar, mientras luchaba contra, zaristas, nacionalistas ucranios y bolcheviques… un hermoso detalle de la proyección es que las palabras de Makhno, vuelven a sonar en su tierra muchos años después, leídas por sus paisanos obrerxs y campesinxs.
La segunda parte consistió en una mesa redonda titulada “Revolución anarquista en Ucrania, entre la guerra, el nacionalismo y el imperialismo”. El debate nos acercó a la actual situación de la región, explicada en gran parte, por la correlación entre los mismos agentes autoritarios que cien años antes se dieron cita en la revolución ucraniana, el nacionalismo, el imperialismo y el capitalismo. En la actualidad los movimientos geopolíticos de control regional de los dos bloques imperialistas principales, el Estado ruso y el Estado chino por un lado y la OTAN por otro, han chocado en una región de recursos y tránsito necesario, cristalizando en una guerra que hace crecer el militarismo en todo el mundo, el Estado ucraniano se mueve en la línea marcada por el capitalismo globalizado que dicta la OTAN, enarbolando la bandera nacionalista como fundamento de poder y recurso movilizador, ese nacionalismo cada vez más ultra, utiliza cualquier tipo de símbolo para su causa, manipulando la historia para su interés, es el caso de la figura de Néstor Makhno, el principal exponente del Comunismo Anárquico, trasformado para la “causa” en un “defensor de la nación ucraniana”. Esta circunstancia está detrás en, muchos casos, del alineamiento de unos cuantos grupos autodenominados anarquistas con el ejército ucraniano. El pueblo ucraniano, los trabajares y trabajadoras de esta región y del mundo, debemos aprender del pasado, el interés de los estados nación, no satisfacer las necesidades del capitalismo, en uno y otro bloque, el imperialismo, el militarismo y el nacionalismo son sus fuerzas coercitivas mundiales.
Mi patria es la libertad.
Mi bandera la razón.
Mi camino la verdad.
¡¡VIVA LA ANARQUIA!!
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