La última semana de abril ha salido a la luz pública en Albacete un claro y escandaloso caso de esclavismo moderno, tras la sentencia judicial que ha condenado a la empresaria M.R.T.L. por la situación infrahumana en la que tenía trabajando a cinco personas en sus dos panaderías.
A dos de las trabajadoras, en situación irregular, les prometió en falso que las daría de alta y les haría un contrato. Una tercera persona trabajaba todo el día, dormía en la misma panadería, y a cambio le daba pizza para comer.
A dos de las trabajadoras, en situación irregular, les prometió en falso que las daría de alta y les haría un contrato. Una tercera persona trabajaba todo el día, dormía en la misma panadería, y a cambio le daba pizza para comer.
Tal flagrante violación no sólo del derecho de los trabajadores, sino de los derechos humanos básicos, no le ha salido tan cara a esta emprendedora, considerando que le han caído poco más de 2 años de prisión, una multa de 1.260 € e indemnización para dos asalariadas con 25.000 € cada una. Por sentencia, además, recurrible.
Un enlace a la noticia.
Es lo que está sucediendo hoy y aquí. En ciertos sectores se está convirtiendo en tónica general la imposición de condiciones laborales fuera de cualquier dignidad con sueldos muy por debajo de convenio, semanadas de 50-60 h. con contratos a media jornada, etc.
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