El día 8 de marzo acudimos varias compañeras y compañeros de CNT-AIT Albacete a la Plaza de la Constitución para poner una mesa con propaganda y repartir unos panfletos que se elaboraron con motivo del día de la mujer trabajadora.
Finalmente conforme fueron llegando las compañeras y compañeros, acabamos reunidas unas 20 personas, entre ellas afiliadas y afiliados del sindicato y otros compañeros y compañeras simpatizantes que se fueron reuniendo allí. Sentimos no haber podido haber contado con los compañeros de la provincia.
Finalmente se repartieron alrededor de unos 800 panfletos que repartieron varias compañeras y compañeros en diferentes puntos de la ciudad con este motivo.
Después del acto, habíamos organizado una comida en el local del CNT en apoyo a la autogestión de nuestro sindicato, así como para el sostenimiento económico de nuestra organización local.
Después del acto, habíamos organizado una comida en el local del CNT en apoyo a la autogestión de nuestro sindicato, así como para el sostenimiento económico de nuestra organización local.
Tras la comida, pudimos contar con la oportunidad de debatir sobre conflictos sindicales, así como de la extensión de nuestra organización a varios sectores donde la acción sindical y social nos resulta un poco más compleja por la precariedad laboral y la deslocalización a la que se enfrentan varios compañeros y compañeras, como es el sector del campo.
8 de marzo: Día de la mujer trabajadora
El 8 de marzo es un día simbólico en relación a la lucha de la mujer trabajadora y tiene su origen en las luchas llevadas a cabo por trabajadoras de la industria textil a principios del siglo XX en Estados Unidos.
En 1909 se leva a cabo la primera huelga protagonizada casi exclusivamente por mujeres, la mayoría inmigrantes de países de Europa del Este e Italia, esta huelga también se conoce como levantamiento de las 20.000 y tuvo una duración de 11 semanas. Estas mujeres se sublevaron ante una doble opresión, por una parte lucharon contra las precarias condiciones laborales que les habían sido impuestas y por otra contra la situación de sumisión y desigualdad frente al hombre en una sociedad que, en la mayoría de los casos, las relegaba a un papel reproductivo y de cuidado del hogar. Este movimiento fue fuertemente reprimido, entre otras consecuencias, detenciones, palizas y el incendio producido en «Triangle Shirtwaist Company» en 1011, donde murieron 146 personas, en su mayoría mujeres.
Desde organismos oficiales se quiere manipular el carácter de lucha que este día lleva implícito históricamente, ya que no es casualidad que la ONU declarase en 1975 el 8 de marzo como «Día Internacional de la Mujer» y después pasó a proclamarlo en 1977 como «Día Internacional por los derechos de la Mujer y la Paz Internacional» dotándlo así de un carácter más ciudadanista y menos combativo. Etá claro que no les conviene la lucha en el ámbito laboral y el sindicalismo real, prefieren el «pacifismo» y los cauces legales que ellos mismos nos han marcado.
Actualmente aún queda mucho por hacer, la mujer sigue siendo uno de los colectivos desfavorecidos en el mundo laboral, entre otros colectivos como los inmigrantes, siendo las mujeres inmigrantes desfavorecidas por partida doble.
La situación no es la misma que hace 100 años, si bien, los mecanismos opresores del capitalismo se han refinado y ahora nos encontramos con otro tipo de problemas relacionados con la mujer y el trabajo. Nuestra sociedad sigue siendo patriarcal y el mundo laboral cada vez es más competitivo, de esta forma al incorporarse la mujer al mismo pasa a formar parte de la competición. En muchos casos la mujer es sobreexplotada, recayendo en ella el cuidado del hogar como antes, pero sumándole el trabajo fuera del mismo.
Por otra parte, cada vez son más las mujeres que rechazan la maternidad por considerarla una desventaja a la hora de competir con los hombres en un mercado laboral despiadado, cayendo en el juego de buscar la realización personas que nos venden.
No tenemos más que ver las últimas medidas de conciliación de la vida familiar de las grandes multinacionales que proponen la congelación de los óvulos para poder exprimir a las trabajadoras al máximo en los años de mayor rendimiento.
Desde el anarcosindicalismo alentamos a la lucha a las mujeres obreras, por su derecho a trabajar y ser independientes, pero sin olvidar que esta sociedad patriarcal, competitiva, explotadora e injusta no es la que queremos y que juntos, hombres y mujeres, debemos transformarla, tomando conciencia, actuando contra las injusticias en nuestra vida diaria, organizándonos contra nuestros opresores con el apoyo mutuo y la solidaridad como herramientas.
¡ORGANÍZATE Y LUCHA!
¡EN LA CNT, SI NOS TOCAN A UNO/A NOS TOCAN A TODOS/AS!
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