El Estado cuida siempre a su brazo ejecutor, soporte de su autoridad
El doble indulto que ha concedido el Gobierno reunido en Consejo de Ministros a los 4 mossos d’esquadra, acusados de torturas, nos ha llamado la atención, aunque no debería, puesto que el Estado cuida bien a su brazo ejecutor, y además, no puede ser, sino el monopolio de la violencia.
Es cierto que llama la atención por una cosa, y es porque estos mossos d’ esquadra ya tenían, al parecer, antecedentes de malos tratos y torturas, incluso llegaron a introducir el cañón de una pistola, en la boca de una persona de origen rumana, posiblemente por motivos de carácter racista.
El problema, sin embargo, es que esto haya sido una noticia en los medios con un carácter «excepcional», como si, en verdad, los malos tratos y las torturas no tuviesen sitio en un país como éste, que se ciñe estrechamente a cumplir con todo lo que promete, llenándose la boca de palabras biensonantes como Derechos Humanos, dignidad, etc., y pareciendo que aunque en este caso se les ha indultado, siempre se cumple con la ley, y se castiga  a los infractores. Como hemos dicho, la realidad es otra. 
Además, en estos momentos los casos de malos tratos y torturas se han multiplicado. Añadiendo un dato que se publicó en el Especial del periódico CNT Otoño Caliente, «La porra, las balas y el código penal» de Endika Alabort, el Estado en 2011 gastó un 1.200.000 euros más en gases lacrimógenos que en 2007, cuando el Estado se gastó 143.750 euros. Demostrando que si en 2007 y 2006, años en los que la represión fue muy fuerte, en 2011 la crisis y el aumento de las protestas han hecho que el Estado trace un nuevo plan represivo contra las clases populares.  Haciéndose eco de lo que ya hizo el PSOE en los años anteriores y en 2011, en lo que ahora está haciendo el Gobierno del PP.
En 2012 y en los años que nos esperan es posible que aumente, puesto que los recortes tienen siempre su correlato, siempre que el Estado quiera mantener su orden y autoridad, y ese correlato no será sino el aumento de la presencia policial y de los gastos policiales, penitenciarios, de videovigilancia, etc. 
La Coordinadora para la Prevención de la Tortura, denuncia que en 2011 las denuncias, por malos tratos y tortura, realizadas por miembros del cuerpo de policía a personas detenidas o agredidas, se duplicaron. Nada menos que 280 situaciones de malos tratos y torturas ha conseguido tener conocimiento esta Coordinadora para la Prevención de la tortura, en 2011 y en las que se han visto afectadas 853 personas. A todas éstas, se suman aquellas que se encuentran  sin haber denunciado y que se han visto también afectadas por todo el aparato estatal de vigilancia y control.
Quedándonos claro que el Estado es, esencialmente, una fuerza militar, policial y gubernativa organizada, y siendo la razón de Estado su única razón, la tortura siempre será un medio a utilizar, aunque se intente ocultar, a su capricho y necesidad.

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