Desde el Sindicato de Oficios Varios de Albacete de la CNT-AIT secundamos la Huelga de Alquileres con carácter indefinido que se ha convocado a nivel internacional, para hacer frente a la situación de crisis económica, desatada por la situación de emergencia sanitaria.
De esta forma, nos adherimos a la iniciativa de la Federación Anarquista de Gran Canaria y al Sindicato de Inquilinos de la misma ciudad, que han secundado muchos sindicatos de la CNT-AIT, así como otras organizaciones de inquilinos en todo el territorio.
Como no podía ser de otra manera, la clase trabajadora no puede pasar por alto uno de los principales problemas con los que cuenta en su día a día, el acceso a una vivienda digna. La pérdida de la vivienda, los desahucios y desalojos, tanto por impagos de alquileres o hipotecas, como por ocupación, con el fin de satisfacer la necesidad habitacional de la clase trabajadora, en muchas ocasiones viene causada por las condiciones económicas de una clase trabajadora que ha visto con el tiempo reducida su capacidad de ingresos. Todo ello, consecuencia a su vez del hostigamiento y ataques que el Estado y la patronal ha lanzado contra la clase trabajadora que se ha materializado en despedir, facilitar y abaratar los mismos, pero sobre todo en garantizar los beneficios de las empresas capitalistas.
Durante estas última semanas, el Estado ha tomado medidas con el fin de apuntalar los beneficios y los intereses de la patronal que le han llevado a aprobar una moratoria. Que sea una moratoria y no una suspensión conlleva a un endeudamiento de la clase obrera que a muy corto plazo ve solucionado su problema inmediato de no poder asumir el pago del mes de abril, y que a medio plazo significa que acumulemos una deuda con nuestros bancos y empresas de suministros. Deuda que adquirimos y si no podemos asumirla, viendo el panorama laboral que nos depara el futuro, se traducirá en miles de desalojos y desahucios. Las medidas del Gobierno efectivamente no pueden ser sino soluciones a corto plazo que solo buscan frenar y detener temporalmente las consecuencias de sus políticas, que al final solo aspiran a complacer a los sectores económicos privilegiados, concretamente de los grandes propietarios.
Esta situación económica que afecta fundamentalmente a la clase trabajadora, pero sobre todo a aquel sector de la misma, que vive íntegramente de su fuerza de trabajo, y que ha adquirido compromisos con contratos de alquiler. Pero lo cierto es que una parte importante de la clase trabajadora no podrá ni secundar la huelga, porque vive en condiciones lamentables, muchos arrastrados a la indigencia, migrantes, refugiados, y personas sin techo, personas que habitan en infraviviendas, y muchas otras ocupando edificios abandonas en las afueras de las ciudades, etc.
La solución efectivamente no puede buscarse al margen de la organización económica de la clase trabajadora. Las experiencias en este sentido, siempre responden a un problema mayor, el de la precariedad y la inestabilidad laboral en la que vivimos.
Por todo esto, animamos a toda la clase trabajadora a que, haciéndose consciente de que vive del fruto íntegro de su trabajo, no se puede permitir pagar lo que no tiene. Pero sobre todo, que se haga consciente de que no solamente debe poner en uso las herramientas de defensa de la Huelga de Alquileres en este momento, sino cuando lo crea necesario, haciendo de esta una herramienta cotidiana nuestra defensa de los intereses.
Por ello, exigimos de manera inmediata:
1) La suspensión del pago de la renta para todo el inquilinato, especialmente para las personas que no tengan ningún tipo de ingresos o sean muy reducidos, para familias con personas a su cargo, con varios hijos, etc. Y sobre todo, las rentas que se pagan a personas jurídicas, multirentistas o empresas que explotan sus beneficios, del negocio habitacional y de la vivienda.
2) Que las viviendas abandonadas pertenecientes a entidades, fondos buitres, empresas privadas, bancos o la misma Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria se socialicen y se pongan a disposición de toda la clase trabajadora, con el fin de satisfacer las necesidades habitacionales de la población.
3) Paralización completa de todos los desalojos y desahucios producidos por impagos de hipotecas, alquileres, o por ocupación ilegal del inmueble, tanto durante la crisis como después.
SI NO COBRAMOS, NO PAGAMOS
Pese a que se puede comunicar la Huelga de Alquileres directamente, nosotros así lo recomendamos, también entendemos que debemos tener copia de un documento como éste para demostrar en un proceso judicial que efectivamente se ha notificado al propietario del inmueble que los impagos se deben a una huelga de consumo, y se les puede hacer llegar, o bien, una comunicación como esta o cualquier otro que acredite que efectivamente el propietario ha sido avisado de ello, o bien burofax o cualquier otro medio.